Hace tres días, el 15 de diciembre, falleció Christopher Hitchens en Texas. Tenía 62 años. Perdía así una no muy larga guerra contra el cáncer.Hithchens nació en el sur de Inglaterra en 1949 y llegó a ser un famoso periodista, comentarista, escritor, ensayista. En los últimos años cobró notoriedad y relevancia por sus enconados debates con representantes del clero y de las religiones institucionalizadas. Junto al genetista Richard Dawkins encabezó la lucha contra el fanatismo religioso.
Escribió varios libros, entre los cuales está el famoso 'God is not great' (no sé cómo lo han traducido al castellano). Escribió para las revistas y los diarios más cotizados del planeta y escribió sobre todo: política, filosofía, arte, historia, ciencias... uno de esos hombres 'renacentistas' que van desapareciendo del orbe.
A pesar de opinar sin tapujo alguno sobre política jamás estuvo abanderizado con algún partido o con alguna ideología. Era un librepensador. Decía y escribía lo que le parecía, sin tomar en cuenta si su opinión estaba o no estaba de acuerdo con los dogmas.
Hitchens pensaba. Y no tenía miedo de hacerlo. Menos de escribirlo. Enrostraba a muchos su cobardía e hipocresía públicamente, con lo que se ganó enemigos jurados: en la izquierda y en la derecha, en los estamentos religiosos occidentales y en el Islám.
Famosa fue su pelea escrita con el escritor John Le Carré: cuando en 1989, los Ayatolas de Irán ordenaron la pena de muerte al escritor hindú Salman Rushdie, John Le Carré se apuró en escribir una larga carta pública culpando a Rushdie de la situación. Le Carré opinó que "si Rushdie sabía del fanatismo de los Ayatolas no tendría que haber escrito algo que los hubiera enojado tanto".Hitchens salió no sólo en defensa de Rushdie sino que también arrastró sin misericordia en los periódicos la cobarde posición de Le Carré.
Tras el ataque a las Torres Gemelas en 2001, tomó el lado de los EEUU y de Occidente en la lucha contra el islamismo extremista, lo que le valió el repudio inmediato de la izquierda mundial, la misma que antes lo había mimado cuando criticaba el capitalismo.Es que los fanatismos ideológicos son incapaces de salirse de la manada y opinar libremente. Christopher Hitchens jamás tuvo ese problema.
Christopher Hitchens analizaba la realidad, conocía muy bien la historia y no tenía problemas expresando su opinión sin ataduras.Mi saludo para un gran hombre del siglo XX y XXI. Al mundo le hacen falta muchos como él. Adiós, Christopher, fue un lujo leerte y escucharte. Gracias!
Relacionados:Hitchens en Wikipedia
Artículo sobre Hitchens en El País
Homenaje a Hitchens en sitio de escépticos, Chile
Homenaje de Vanity Fair
Homenaje de Reuters a la "honestidad intelectual" de Hitchens
Comentario sobre cómo Hitchens luchó contra los dogmas
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