Hablemos un poco de neurociencia – la ciencia que estudia el cerebro.
Uno de los grandes logros de la neurociencia el siglo XX fue el darse cuenta que el mundo en que creemos vivir es una ilusión.
Cuando una persona sueña inventa en su mente un mundo e inserta en él ciertas leyes, colores, algunos seres vivos y también emociones. Ese mundo de sueños que nuestro cerebro crea está desconectado en gran parte de la realidad.
Pero pocos se dan cuenta que mientras estamos despiertos hacemos exactamente lo mismo – nos inventamos en nuestro cerebro una representación del mundo exterior, basados en lo que nuestros sentidos son capaces de captar del mundo exterior.
La información captada por los sentidos corre por nuestros nervios hasta el cerebro y crea allí un modelo en el que inserta ciertas leyes, colores, seres vivos y emociones… y a ese modelo en nuestro cerebro le llamamos “mundo real”.
Tal como durante el sueño inventamos un mundo alejado de la realidad, al estar despiertos inventamos otro, menos alejado de ésta, pero que también es sólo una representación de la realidad – un espejismo.
En el sueño existe un modelo de nosotros mismos, un Yo que hace cosas en ese mundo del sueño – así mismo, en la representación de la realidad que nuestro cerebro hace cuando estamos despiertos también hay un modelo de nosotros que hace las cosas en ese mundo que llamamos real.
Para decirlo de otra manera: el que se mueve y vive en el llamado ‘mundo real’ no es el real ‘Yo’ – si no un modelo del Yo real que es creado por nuestras neuronas cerebrales.
¿Podremos alguna vez conocer a ese modelo de nosotros? ¿a ese pequeño Yo que interpreta nuestro papel en el mundo real, según mi cerebro?
Cuando seamos capaces de hallar ese modelo del Yo caminando entre sinapsis o descandanso sobre un grupo de neuronas de nuestro cerebro – cuando la Ciencia lo encuentre, habremos dado un tremendo paso para captar mejor la "verdadera realidad".
Lo que la Ciencia podría hacer por ahora es tratar de crear un pequeño Yo modelo cerebral.
Una manera sería seguir hurgando en el cerebro y tratando de comprender cómo funciona.
Otra manera es tratar de crear un Yo modelo por medios computacionales, ya que un computador es lo más cercano que tenemos a un cerebro y lo podemos controlar y programar.
Se podría tratar de desarrollar un programa computacional que sea capaz de crear lenguages computacionales y que una vez que los haya creado, los use para crear otros más avanzados.
O sea, una especie de Evolución computacional.
Teóricamente, esta computadora podría llegar al momento en que tenga tanta información y sensores, que necesite crear un modelo de sí misma para agilizar algunos procesos - y ahí estaría!: el primer modelo "cerebral" (imaginario) de una computadora real.
Algunos opinan que en ese mismo instante la computadora habría creado su "consciencia" (estaría consciente de su propia existencia) - y por lo tanto tendría alma.
Lindo tema para una discusión entre amigos y cervezas...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario