¿Cuál es la noticia tonta de la semana aquí en Norteamérica?
La de los shows nocturnos. Antes de que termine su primera temporada en nuevo horario - a las 10 de la noche - ha quedado claro que el show de Jay Leno ha sido todo un fracaso.
Dejará de ser transmitido cuando comiencen las Olimpíadas de Invierno el próximo febrero, para regresar después en nuevo horario - ¿Cuál? Nadie sabe.
En su versión anterior - the Tonight Show - fue el programa nocturno más visto durante 18 años: desde 1992 al 2009. Era transmitido de lunes a viernes, desde las 11:30 a las 12:30 de la noche.
Después de unos meses de descanso, Leno regresó a las pantallas en septiembre del 2009 con un show semejante, pero a las 10PM, que ha sido un fracaso. Esta semana se anunció que el programa finaliza el próximo mes, antes de completar su primera temporada.
Por quince años, en el horario de las 11:30-12:30 se vieron las caras dos gigantes del talk-show estadounidense: Jay Leno y Dave Letterman, el primero en la cadena NBC y el segundo, con un programa similar, en la cadena CBS.
Pero Leno al parecer estaba cansado y quería 'retirarse' en la cúspide.
La NBC confió mantener su audiencia pasando al exitoso Conan O'Brien - que arrasó ratings desde 1993 al 2009, con su show que venía justo después del de Leno: de lunes a viernes desde 12:30 a 1:30 de la mañana.
O'Brien reemplazó a Leno en el Tonight show de las 11:30 y no le ha ido mal, a pesar de que ha sido superado en ratings por Dave Letterman, el adversario de siempre.
El asunto no se presenta fácil para la NBC: dice haber conseguido un principio de arreglo entre Leno y O'Brien, pero son los auspiciadores de O'Brien los que se niegan a mover su show a ningún otro horario.
Y es un tira y afloja de muchos millones de dólares.
Todos estos shows nocturnos siguen una fórmula vieja y triunfadora: abren con un monólogo cómico, siguen con entrevistas a dos personalidades del momento, para terminar con la presentación de un artista.
¿Cuál es la importancia de estos programas? - Yo creo que son los que le entregan una visión unificada del enorme y diverso país que es EEUU, a la gente que vive allí. De cierta manera, son la voz de la calle: durante el monólogo se ríen de todo, del gobierno, del Presidente, de la oposición, de las noticias y principalmente, se ríen de ellos mismos. Muchas veces con una agudeza, auto-crítica y cinismo encomiables.
Los estadounidenses de Alaska, New Mexico, Seattle o Miami llevan vidas totalmente diferentes, pero durante esa hora de la noche, después del trabajo y antes de dormir, todos comparten lo mismo - las mismas risas, los mismas celebridades del momento y una misma música.
Esos shows unifican un heterogéneo pueblo de más de 300 millones. Potencialmente, los ven más si contamos a Canadá, Inglaterra, Australia y varios países escandinavos, donde también son transmitidos.
Livianos y superficiales, sin embargo, estos programas parecen tener una significación social que va más allá de su propia superficialidad.
(y hay más, de los que hablaré en otra oportunidad: estos progamas compiten con el popular tándem del Comedy Channel: el humor político de Jon Stewart desde las 11:00 a las 11:30 PM, que es seguido por el excelente Colbert Report, más humor político con Stephen Colbert, desde las 11:30 a las 12:00)
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