24 enero 2011

El combustible del "milagro chino": esclavitud

Se la considera la mayor migración humana de la historia: en pocos años, 180 millones de chinos se han movido desde el campo a las ciudades.
Han pasado de campesinos a obreros. De criar gallinas, arroz y tomates en pequeña escala se han convertido en engranajes de esa máquina gigantesca que es la industria china.
Y siguen llegando. Cientos de miles por día.

He visto el documental "China Blue" que se centra justamente en esta realidad. El filme de 90 minutos sigue a Jasmine, de 17 años, a su llegada a la ciudad y, directamente, a trabajar en una fábrica de ropa.

Ideas occidentales como derechos laborales o trabajo humano simplemente no existen: al contratarla el capataz le deja en claro que se trabaja siete días a la semana, desde 8 de la mañana a 7 de la tarde y que es común que se haya trabajo extra hasta las 2 de la mañana, e incluso, por toda la noche.
Trabajar horas extra es obligatorio.

El salario es de unos 70 dólares a la semana, es decir, medio dólar por hora.
Quien pide demasidos permisos al baño es despedido. Quien se enferma seguido es despedido. Quien llega atrasado tres veces es despedido.

Debido a la carestía de la vivienda cerca de las zonas industriales, estos nuevos obreros se juntan de a 5 o 6 para arrendar un apartamento, viviendo y durmiendo en algunos metros cuadrados.

Los capataces recorren las líneas de producción constantemente, golpeando con una varilla a los trabajadores que han caído dormidos o están "lentos" ese día.
Es común que muchas horas extrordinarias queden sin pago. Todo tipo de sindicato o agrupación gremial está prohibida.

Tales condiciones de trabajo ha hecho que la ONU y muchas empresas occidentales que comercian con China envíen inspectores propios a controlar en terreno las condiciones de trabajo.
Para sortear ello, todas las fábricas chinas tienen dos sistemas de tarjetas: una la marca el obrero al entrar o salir (las horas reales de trabajo o colasión) y una segunda tarjeta, ficticia, que marca la propia empresa, con 8 horas de trabajo, media hora de colasión y, a lo menos, un día de descanso a la semana que es la mostrada a comisiones e inspectores extranjeros.

Cada trabajador recibe una circular con todas las respuestas que "debe responder" si es entrevistado por extranjeros. Respuestas que debe aprender de memoria.
Es normal que estas respuestas incluyan salarios mucho más altos que los reales.

Todo esto, en el centro de una dictadura comunista que no tiene miras de debilitarse, todo lo contrario, que crece y se hace más poderosa día a día.
Un documental impactante que, creo, debe ser visto por todos aquí en Occidente, muchos tan proclives a criticar livianamente nuestras democracias y nuestro estilo de desarrollo social.

Esto es lo que se cocina en el horno para el mundo de mañana, ese sin el mando del "perverso Occidente". Como expresé en Twitter, creo que muchos cientos de millones van a echar de menos cuando mandaban los "gringos malvados".

Relacionado:
China Plans Path to Economic Hegemony


18 enero 2011

El exterminio de la Fauna americana

Hace sólo 10 mil años atrás todo el continente americano bullía con una gran cantidad de especies animales. Mamúts, tigres-sable, cuatro especies de antílopes, tres especies de camellos!, ciervos gigantes y lobos increíbles...

Había en toda América - por ejemplo - decenas de especies de perezosos, todos muy especializados en nichos diferentes. Hoy, las contamos con los dedos de una mano.
¿Qué pasó? ¿Qué les ocurrió a todos esos animales? ¿Qué los hizo desaparecer tan repentina y completamente?
En la discusión acerca de la causa de su exterminio se puede diferenciar dos bandos: los que culpan al hombre y los que culpan al clima.

Alrededor de unos 10 mil años atrás hubo grandes cambios climáticos y también el ser humano llegó al continente americano - entre 10 mil a 12 mil años atrás.

Dos estudios actuales han entregado resultados que parecen inclinar definitivamente la balanza en favor de la culpabilidad humana.

En el primero, un equipo de la Fordham University en New York City midió tres componentes microscópicos fósiles en terreno - un hongo que crece sólo en las heces de los grandes hervívoros, partículas de carbón dejadas por fuego (hogueras) y semillas de árboles.
Hallaron que lo primero en desaparecer del terreno fósil son los hongos, luego viene un enorme aumento de la cantidad de partículas de carbón, pero que las semillas de árbol (indicadoras de cambio climático) no varían hasta mil a dos mil años después.

Es decir, dicen, el hombre y la caza exterminaron los grandes mamíferos, aún cuando el cambio climático no hacía aparición.

Otro equipo de científicos se ha centrado en las islas de Caribe (Cuba, Haití, Española y Rep. Dominicana).
Existía allí gran cantidad de especies de perezosos, las que practicamente desaparecieron en pocos años. A estas islas, el cambio climático llegó antes que el hombre. El ser humano pobló las islas caribeñas solamente hace 5 mil a 6 mil años atrás.

Todos los estudios han mostrado que los perezosos se adaptaron sin problema alguno al cambio climático y siguieron existiendo justamente hasta hace unos 5 mil años, momento de la llegada humana al Caribe.

Sí, parece que fuimos nosotros. Todas esas historias acerca de la "sabiduría ecológica" del hombre antiguo y de los indígenas "viviendo en armonía con la naturaleza" son leyendas hermosas, pero son solamente eso: leyendas.


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