Mel Gibson reaparece con nueva película

Y Mel Gibson ataca con una nueva película. "Edge of Darkness" esta vez, basada en una miniserie inglesa para TV de 1985.
Ambientada en los años 60: un policía de Boston investiga el asesinato de su hija y va adentrándose en lo que parece ser una conspiración (como no, las conspiraciones venden) de alto nivel cuya finalidad es eliminar el movimiento hippie, a pacifistas y a líderes anti-armamento-nuclear.

Más allá de su odiosa persona y familia, no se puede negar que el australiano sabe hacer hits fílmicos que ganan mucha plata: elige muy bien algunas de las peores características del ser humano y las desarrolla en la pantalla mientras cuenta plata a la entrada del cine.

Violencia, pero más que eso, tortura, maldad, sangre a litros y crueldad son los motivos centrales de las películas de Gibson: en las dos Mad Max, el protagonista (él mismo) es capturado y hecho puré por sus enloquecidos enemigos.

En The Patriot, una larga escena muestra al protagonista (él mismo) destrozando a golpes a un soldado inglés, a cada culatazo la sangre salta y va empapando a Mel y a la pantalla entera.
En Brave Heart, el protagonista (él mismo) es torturado a vista del público y de su amada durante veinte minutos antes de ser decapitado.
En Jesus of Nazareth, la escena del calvario se regocija en latigazos, escupitajos, sangre y crueldad hasta que finalmente el protagonista es crucificado.
En Apocalipto, hay rituales indígenas que son orgías de sangre y violencia, con víctimas haciendo fila para ser torturados en público, sobre un altar. El pueblo grita enfervorizado mientras sacerdotes extraen a cuchillazos el corazón de las víctimas, los decapitan y dejan rodar sus cabezas templo abajo.

¿Tendrá la nueva película de Gibson su propia escena enfermiza? Es lo más probable. Ya veremos. Mejor dicho, ustedes ya verán.

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