Sólo otros dos países que conozco pueden competirle en este aspecto: los EEUU e Israel.. Si
bien éste último es hogar para una población 85% judía, estos judíos vienen de
todos los rincones del planeta, constituyendo una sociedad muy diversa en
costumbres, lenguages, vestimentas y colores de piel.
Los países
heterogeneos como Canadá entregan la posibilidad de escuchar diferentes idiomas
y oler y probar comidas de culturas diferentes sólo caminando por la ciudad. Me
imagino que a mucho xenófobo esto le espantaría, pero a mi me ancanta.
Para mi,
pasear por Danforth, el barrio griego en Toronto o por su aledaño barrio hindú
es un regalo a los sentidos. Más hacia el oeste de la ciudad, puedo pasar por
el barrio portugués, por el extendido y bullente barrio chino – que alberga no
sólo a la comunidad china si no a los asiáticos en general – y llegar a Little
Italy, con sus restoranes y cafés.
Tal
variedad cultural se refleja también en los supermercados. Éstos, aunque
pertenezcan a la misma cadena, ofrecen productos diferentes según la vecindad
que los rodea. En Hamilton, por ejemplo, los supermercados alrededor del barrio
Westdale, tienen una sección completa de productos kosher, por la
representatividad judía en el sector. Y es común ver también, en otras partes,
negocios que ofrecen productos jalal, para la población musulmana del lugar.
Estos no
son barrios exclusivos. Si bien en ellos hay una sociedad preponderante,
cualquier persona o familia puede vivir en ellos, pues, por encima está el
idioma inglés que unifica y la Ley canadiense que es para todos igual.
Variedad, pero al mismo tiempo unidad y tolerancia. Me gusta.
2 comentarios:
me gusta la diversidad y me gusta mucho como la describes en tu post;) Gracias
gracias a tí por la visita y el comentario, Marta. nos leemos!
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