He visto - nuevamente - el filme 'Baraka' - la famosa obra del director estadounidense Ron Fricke de 1992.
Es increíble como a pesar de los años transcurridos desde que la pelìcula fue filmada aún sigue impresionando y continúa siendo relevante. Ha sido re-editada en tecnología blue-ray, lo que me llevò a revisitarla, quizás, con más detalle.
Baraka es un filme no hablado, acompañado solo de la música de Michael Sterns y de Dead Can Dance. Es una impresionante muestra del planeta y del universo alrededor, la luna, las estrellas, el sol, los amaneceres, los juegos de las nubes... los hermosos escenerios naturales, los animales y del ser humano viviendo - compartiendo - el planeta.
Èste último es mostrado en su estado más primario: indìgenas del Amazonas, zulùes del Africa, hindùes bañándose en el Ganges, shintoistas, judìos rezando frente al Muro Occidental, musulmanes en la Meca, cristianos arrodillados ante la piedra de Jesús... hasta la vida en las ciudades, con su velocidad, letreros luminosos, escaleras eléctricas... los inmensos basurales, la gente y los animales viviendo en ellos...
Baraka no es solamente una película bellamente concebida, es casi un hito cultural, una producción que debe ser vista en algún momento de la vida. No como denunciante, sino como documento: así es, así somos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario