A continuaciòn, republico mi texto de marzo, que viene - despuès del de Novoa - como anillo al dedo:
En el 2007 murió el animal más viejo de la historia. Al menos, el más viejo que se ha conocido. Era una almeja llamada Ming de la que se llevaba registro en un acuario europeo desde el siglo XVIII. La edad de moluscos se puede calcular midiendo los anillos de crecimiento, como en los árboles: Ming - al morir - tenía unos 405 años de vida.
Sin duda el concepto de tiempo para Ming o para un humano es muy distinto. Más distinta aún es la idea de tiempo entre Ming y una mosca efemeróptera que vive un solo día.
Qué quiero decir con ‘concepto’ o ‘idea’ de tiempo. Me refiero a que si le pedimos a Ming o a una mosca efemeróptera su opinión acerca de la temporalidad de algo, obtendremos respuestas muy diferentes.
Algo muy rápido para la almeja, será tremendamente lento para la mosca. La sensación de tiempo es subjetiva y depende de nuestro propio ciclo vital.
Lo mismo ocurre con la información. Con la escrita en papel y con la digital. El ciclo vital de un blog podrá ser de dos a tres años mientras que el ciclo vital de un twitt es de algunos segundos. A lo más, de algunos minutos.
Tenemos la impresión de que la vida y sus ciclos se aceleran a medida que avanzamos tecnologicamente. Las vidas, los pensamientos, las ideas parecen más etéreas, más pasajeras. Las conversaciones se hacen cortas, abreviadas, llenas de signos que tratan de emular sentimientos... LOL, J, OMG, :-O... y los conceptos tratan de ajustarse a 140 caracteres como máximo.
Sting dice que, en la actualidad, si un tema musical no capta la atención en los primeros 5 segundos está perdido. En otro nivel, si una película no hace sus millones el fin de semana de la apertura, está jodida. Ya no hay tiempo para nada. Todo debe ser ahora, hoy, mejor aún, ayer! Y la tecnología nos entrega esa posibilidad.
Pero (siempre hay uno), mientras más rápido sabemos, más rápidos olvidamos. Como dice Milan Kundera, la lentitud es recuerdo, la velocidad es olvido. Al parecer de acuerdo con él, un proverbio árabe dice que ‘la rapidez es del demonio’.
Así, seguiremos con el blog almeja, a pesar del twitter efemeróptero. Y como ya llevan demasiado tiempo leyendo esto, termino (por fin!) citando justamente a Kundera: ‘... el grado de lentitud es directamente proporcional a la intensidad de la memoria y el grado de velocidad es directamente proporcional a la intensidad del olvido...’
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