Hace demasiado tiempo que no hablábamos de cerveza. Esto no significa que me haya cansado de mi viaje de aficionado probando diferentes espumosas del mundo, simplemente no había tenido tiempo de comentarlas aquí.
Y esta vez me topé con una que bien vale la pena reabrir el tema. La recién llegada a Canadá, Lucky Buddha, una cerveza producida en China, pero hija de dos industriales australianos, es ya difícil de hallar en las tiendas canadienses: llega y se acaba de inmediato.
La cerveza con la botella en forma de sonriente buda ha sido todo un éxito, no sólo por el envase llamativo, sino por el precio bajo y la alta calidad. Algo que parece difícil en estos días.
Sin embargo allí la tienen, se ha convertido en favorita por su sabor agradable, sin dejar de tener un gusto vigoroso.
Recomendada sin dudas, gusta a ambos sexos, buena quitando la sed y no hace un agujero en el bolsillo, ni en la billetera. Gran aporte a la cultura cervecera del planeta.
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