Para mi Julius Bissier es como un Miró de colores tranquilos. Quizás desarrolló esa elegancia de tonos con su meditación zen. Porque Bissier trató de unir alma y arte, equilibrio natural y creatividad.
Usó pinturas, acuarelas, recortó y pegó papeles... lúdico y libre - aún así, sus obras comunican una placidez adulta, una serena resignación.
Me gusta el arte de entresiglos de Bissier. Humano y abstracto. Familiar y lejano, como un recuerdo primitivo.
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