11 enero 2009

Medio Oriente ¿Hasta cuándo el pesimista tendrá razón?

Jerusalén de noche (foto: Fanis Folas)

¿Siempre tendrá la razón el pesimista en el Medio Oriente?
¿Cuántas veces y por cuánto tiempo el pesimista podrá venir donde el optimista y decirle "no te lo dije"?

Me imagino que en 1948, cuando la ONU repartió las tierras entre árabes-palestinos y judíos hubo muchos optimistas que pensaron que con esa repartición se terminaban los problemas, que árabes palestinos y judíos tenían ahora un lugar propio donde vivir y crecer.

Los pesimistas se prepararon para la guerra. Y tuvieron razón.

Los judíos fundaron Israel en las tierras que la ONU les había entregado el 14 de mayo de 1948. Al amanecer del 15 de mayo los países de la Liga Árabe atacaron Israel, lo que abrió la primera guerra 'oficial' entre ambos pueblos.

Y por decenios hubo guerras, muerte y dolor.

En 1991, se llevó a cabo la Conferencia de Madrid, respaldada por USA y la URSS, donde Israel y el Mundo Árabe entablaron un diálogo con miras a solucionar el conlicto entre israelíes y árabes-palestinos (que a estas alturas ya se denominaban a si mismos simplemente 'palestinos').

Los optimistas estaban emocionados. Los pesimistas frucieron el ceño y suspiraron, "veremos...", dijeron.

Madrid desembocó en los Acuerdos de Oslo en 1993.
Yaser Arafat por los palestinos e Isaac Rabin por los israelíes firmaron sendos documentos donde se prometía poner fin a la violencia, a reconocerse mutuamente y a convivir de manera pacífica.
Israel se comprometía a ayudar a los palestinos a crear un Estado en los territorios que iría devolviendo en etapas. Arafat prometió a nombre de los palestinos terminar con la violencia y reconocer a los israelíes como un pueblo milenariamente integrante del Medio Oriente.

soldadas israelíes en una calle de Jerusalén (foto: Alberto Revelli)

Los optimistas irradiaban alegría. Estaban felices. Faltaba que bailaran en las calles. No más muerte. No más odio. Paz!
Los pesimistas dijeron, "Esto va a terminar mal. Los Acuerdos de Oslo son el error más grande que se ha cometido".

Y los pesimistas tuvieron toda la razón.

Sólo cuatro meses después de aquella firma en Oslo, explotó en Tel Aviv el primer bus israelí: 30 muertos, 100 heridos.
Fue sólo el principio. En los años que siguieron, diferentes grupos palestinos desencadenaron un tsunami de atentados en Israel: en buses, malls, restoranes, hoteles, escuelas... a cada ciudad devuelta por Israel, los palestinos llevaban a cabo un atentado más grande.

Hasta que todo acuerdo quedó en el olvido. Un papel arrugado, sin sentido, ridículo - como testimonio de la "estupidez" de los optimistas y de la "sensatez" y del "realismo" de los pesimistas.

En el 2000, Israel decidió retirarse totalmente del Líbano. Allí, se mantenía una "franja de seguridad" de 9 km. de ancho, para proteger a las ciudades del norte de Israel de los proyectiles Katiusha que Hezbolla lanzaba desde el Líbano.

Los optimistas dijeron, "Si nos retiramos, Hezbolla ya no tendrá excusas por qué atacarnos, ya no habrá 'ocupación' israelí en Líbano".
Los pesimistas contestaron, "Sí, claro! ahora Hezbolla estará pegado a la frontera, en poco tiempo no caerán Katiushas sólo en el norte, caerán también en el centro del país, en Haifa!".

¿Quién creen ustedes que tuvo razón?

callejuelas en la Ciudad Vieja de Jerusalén (foto: Samuel Amiel)

Hezbolla atacó Israel en el 2006, y sus proyectiles cayeron en las ciudades del norte de Israel... hasta el centro, y también en el puerto de Haifa.

"¿Ven? - dijeron los pesimistas - ¡ese es el resultado de los 'gestos de paz' hacia los árabes! ¡ellos no tienen idea qué es vivir en paz: si retrocedes serás visto por ellos como un debilucho... y te empujarán y querrán más!"
Los optimistas intentaban buscar argumentos. Pero se quedaron callados.

En el 2005, los optimistas de Israel decidieron retirarse de Gaza. Devolverla a los palestinos. Entregarla totalmente. Un nuevo gesto de paz. De reconciliación.

"¡No! - gritaron los pesimistas - !No!¡Ese es un error fatal! Gaza se convertirá en Irak, se llenará de terroristas y en poco tiempo sus proyectiles caerán en Ashkelón y en Beersheba! ... y tendremos que volver a la fuerza!"
"No - explicaron los optimistas - le entregamos esto a la Autoridad Palestina, y está todo el mundo mirando, Europa, Norteamérica... vamos!"

E Israel se fue de Gaza. Y la Autoridad Palestina se hizo cargo. Y Hamas hizo una revolución, mató a cientos de palestinos, colgó a otros y encarceló a otros y se adueñó de Gaza.
Y los proyectiles comenzaron a caer en Israel.

Primero cayeron cerca, en Sderot, en Netivót, en Keren Shalom. Después cayeron en Ashkelón... y después en Ashdod y en Beersheba!

"¿No te lo dije?! - le pregunta el pesimista al optimista.
El optimista no contesta. Agarra fusil y mochila, se despide de la esposa e hijos y se va al sur. A la guerra. A una nueva guerra obligada.

Mientras viaja en el bus del ejército hacia el sur, a enfrentarse a los milicianos de Hamas que han convertido Gaza en un inmenso bunker, el optimista se pregunta si en verdad el pesimista tiene razón: quizás ser optimista en el Medio Oriente "es estúpido".

(foto: Yael Manis)

Sin embargo, a pesar de todo, sigo siendo optimista. Estúpido, qué se yo.

Relacionados:
Israel, el mundo Árabe, el mundo Islámico
El modelo del rechazo palestino (en inglés)

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2 comentarios:

cristian dijo...

DEbes comprender que los enemigos de la nación de Israel, los verdaderos enemigos con peso y control de los medios, están en la izquierda socialista que lamentablemente impera en el mundo. El insistir con los neonazis o lo que llamas "la extrema derecha" (un grave error conceptual, pues los nazis o nacional-socialistas son tan izquierdistas de pensamiento y metodos como los comunistas, solo que enemigos entre sí )es tonto y absurdo, pues aunque éstos llevan un odio conceptual hacia los judíos, son una minoría sin ninguna posibilidad de acceso al poder en ninguna parte.
Pero el socialismo ideológico y valórico campea en el mundo, y a él pertenecen muchos (demasiados) judios norteamericanos a quienes parece poco importarles la suerte de sus correligionarios de Israel. Estos se agrupan en los partidos Democrata , de EEUU, y laboristas ingleses.
¿Quiénes han estado siempre al lado de los palestinos, desde los tiempos de Arafat y del terrorismo de aviones y barcos, apoyandolos con armas y diplomacia? La izquierda socialista mundial.

franhilz dijo...

Cristian, es cierto que en estos últimos años la izquierda se ha alineado completamente con el islamismo extremista.
Y no sólo la izquierda extremista, si no también la moderada.

Esa unión es una terrible prostitución ideológica, porque si hay dos que deberían ser totalmente contrarias es la ideología socialista: tendiente a la igualdad de derechos y no-religiosa - y la islamista: opresora, clasista y fundamentalista religiosa.

No hay dos bichos más diferentes y contrarios.
Sin embargo van de la mano, cantan y bailan juntos.

¿Por qué?

Yo creo que los une su odio a Occidente, su odio a los EEUU, que para ellos es el centro del occidentalismo y de paso a Israel y los judíos, que ante sus ojos aparecen como los amigos más cercanos a los EEUU.

El Islám extremista, en su ceguera cultural, desprecia todo lo que no sea Islám.
Y lamentablemente la izquierda, con tal de ganarse un enemigo poderoso contra Occidente, se he prostituído ideológicamente y se le ha unido.

No hay que olvidar en la fórmula a la extrema derecha, sin embargo. En estos tiempos venida a menos y menos popular, pero sigue activa y echando leña al fuego.

Confiemos en que Occidente ganará esta guerra.
Confiemos en que nuestro estilo de vida de democracia, libre albedrío y valor por la vida, triunfará por sobre los fanatismos del hombre.

La pelea, en el fondo, es y será entre ignorancia, fanatismo y primitivismo y conocimiento, libertad y progreso.

Saludos.