El nuevo gobierno israelí, encabezado por Benjamín Netaniahu - del Likud - y formado por un extraño arcoiris de partidos políticos, puede durar un día, seis meses o - nadie lo cree - los cuatro años que según la ley debería durar.
Es un gobierno de derecha en el sentido económico y social del asunto, al que se ha sumado un partido de centro-izquierda - el partido Laboral - que debería servirle de algún equilibrio ideológico.
El gobierno cuenta también con dos o tres partidos religiosos, a los que no cuento, pues estos han estado en casi todo gobierno israelí y su influencia en aspectos centrales como economía y defensa es poca.
El partido 'nuevo' en el gobierno es Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar), liderado por Avigdor Lieberman, que inicia como ministro de Relaciones Exteriores. Este es el grupo político más 'controvertido' de la coalición y lo analizaremos en detalle.
Este gobierno tiene tareas no fáciles: mantener una economía que ha sido golpeada, como la de todos, por la crisis, en un país pequeño, de poco mercado y con un gigantesco gasto en defensa.
Su segundo problema es con los palestinos, y qué camino seguirán los intentos de una solución con ellos.
Pero nadie duda en Israel - no el gobierno, ni los ciudadanos - que el problema más dramático y crucial es cómo se desarrolla el asunto de Irán y su carrera hacia la consecusión de poder nuclear. Problema que debe afrontarse de alguna manera, en un año a un año y medio, máximo.
El gobierno - que juró anoche - ya está trabajando: el presupuesto y plan económico para el 2009 fue aprobado esta mañana.
Antes de continuar dejo en claro que a mi no me gusta este gobierno. A mi no me gusta Netaniahu, no me gusta Lieberman y a Barak lo masco, pero no lo trago.
Los que me leen saben lo que opino de los religiosos, más aún, lo que pienso de los religiosos metidos en política.
Ideologicamente hablando no es mi gobierno. No representa mis ideas políticas, ni económicas, tampoco representa mis ideas en la relación que Israel debe seguir frente a palestinos, árabes y musulmanes en general.
No es el gobierno que yo hubiera elegido.
Pero es un gobierno surgido de un proceso democrático. Los israelíes votaron, el Presidente Shimón Peres creyó que, según los resultados, Netaniahu era el más indicado para formar un gobierno, y esto se hizo. Democracia. La única real en el Medio Oriente.
La prensa mundial, la europea principalmente, ha pintado este gobierno poco menos como el fin del mundo, como uno apocalíptico, extremista, belicoso, racista, que "hace temblar de miedo", según el corresponsal español de RTVE, Francisco González Forjas.
Una exageración. Una distorsión absoluta de la verdad actual e histórica. Parte de esa enorme y constante campaña de difamación del pueblo judío a la que muchos se suman - unos por interés, otros por ignorancia y otros por racismo.
El Likud, partido de derecha, sí - fue el que hizo la paz con Egipto. Fue el que devolvió todo el Sinaí y los pozos petroleros, se retiró completamente de suelo egipcio y recibió con un aplauso de pie en el Parlamento al mandatario egipcio Anuar Sadat.
El principal acuerdo de paz con el mundo árabe fue realizado por el Likud, con el apoyo del 100% de la política y población israelí.
Fue Ariel Sharón, el 'monstruo sediento de sangre' de la prensa europea, el que se encargó de la retirada israelí tras el acuerdo de paz.
El partido Laborista llevó a cabo el proceso de paz con Jordania, y lo finalizó con éxito, con el total apoyo del Likud. Y con el total apoyo de Ariel Sharón.
Y fue justamente ese mismo 'monstruo sangriento', Ariel Sharón, el que se retiró totalmente de Gaza en 2005, entregándola a los palestinos.
Claro, en esta oportunidad el Likud se negó a apoyar esta retirada unilateral. No estuvo en contra de retirarse en pos de paz, si no que estuvo en contra de retirarse sin antes llegar a acuerdos con los palestinos.
Y antes, el Likud, cuando era liderado por Isaac Shamir, fue el que aceptó las reuniones en Madrid (1990-1991) que desembocaron en los Acuerdos de Oslo entre Israel y los palestinos (1993).
Es decir, el Likud - sí, de derecha - está muy lejos de ser ese partido "peligroso y belicista" que pinta la prensa europea. Lo demuestran los hechos y la historia. Es un partido de derecha, que jamás se ha negado a entregar territorios a los árabes si siente que tiene al frente un socio confiable que cumplirá acuerdos.
El partido Laborista, de centro-izquierda, ha apoyado y mantenido siempre diálogo con palestinos y árabes en general. Es un partido que ha tenido no pocos parlamentarios árabes en su staff. Ha apoyado todo acuerdo de paz y fue el partido que lideró los Acuerdos Oslo y que entregó la mayoría de los territorios que la Autoridad Palestina controla en la actualidad, tanto en Gaza como en Cisjordania (West Bank).
Este partido, liderado por Ehud Barak (2000) fue el que se retiró completamente de territorio libanés.
¿Cuál es, entonces, el otro partido del actual gobierno israelí de "temer", que "hace palidecer demócratas", "racista", "xenófobo" - según palabras de tanto corresponsal europeo? Es el partido Israel Beitenu, liderado por Avigdor Lieberman - un partido que concentra principalmente a los votantes israelíes de origen ruso.
Es un partido civil, enemigo abierto de imposiciones religiosas, está a favor de los matrimonios laicos e incluso del matrimonio homosexual. Tiene, eso sí, algunas ideas "terribles" y "radicales" para con los palestinos y los árabes, según la prensa europea. ¿Cuáles son esas ideas? ¿Son en verdad tan terribles y desacabelladas?
Veamos. Una de las ideas "racistas" de Lieberman es que para concederle la ciudadanía israelí, una persona deba jurar lealtad al país.
¿Es eso xenofobia? - cuando yo recibí la ciudadanía canadiense tuve que jurar en voz alta lealtad no sólo a Canadá, sino a la Reina de Inglaterra!
Cuando alguien se hace ciudadano estadounidense debe jurar lealtad al país y a su Constitución. Y, estoy seguro, tal juramento existe en todos los países del mundo cuando una persona toma la ciudadanía.
Sin embargo, toda la prensa europea ha catalogado este pedido de Lieberman de "extremista y racista". No lo es. Es una idea absolutamente normal y lógica.
Una idea lógica, embaucada tras un trabajo que la prensa europea hace muy bien por siglos - inventar el monstruo judío.
Otro grito en el cielo de la prensa se refiere al pueblo de Umh El Fajen.
Este es un pueblo que se encuentra en territorio israelí, que no está en disputa con los palestinos. Viven allí casi 50.000 palestinos, ciudadanos israelíes. Estos trabajan, votan, se educan y viven como cualquier otro ciudadano israelí, libres de trasladarse por el país, de leer, escribir, opinar. Son ciudadanos y su ciudad es una ciudad israelí tal como Tel Aviv, o Beershebah.
Sin embargo, en los últimos tiempos estos pobladores en la práctica se han tomado la ciudad. Han quitado todas las banderas israelíes y han levantado la palestina, impiden el acceso seguro a cualquier ciudadano israelí que no sea palestino. Encapuchados, atacan a pedradas a la Policía y cualquier intento de mantener allí la ley y el orden terminan con tremendas peleas entre las autoridades y parte de los pobladores.
Consultado Avigdor Lieberman sobre este problema, dijo, "Yo creo, que tras un acuerdo final con los palestinos, Uhm El Fajen debe ser parte del Estado Palestino. La ciudad completa debe pasar a ser parte del Estado Palestino, a los pobladores debe cancelárseles la ciudadanía israelí, y para los que quieran quedarse aquí y seguir siendo israelíes, estará el juramento de lealtad".
¿Es "irrazonable" la propuesta de Lieberman? ¿Esta propuesta lo muestra como el "xenófobo peligroso" que la prensa ha pintado? ¿Es una propuesta "racista" o de "incendiario en serie" como lo llaman los diarios europeos?
Repito, a mi no me gusta Lieberman, ni me gustan la mayoría de sus ideas. Jamás he votado, ni votaría por él, pero de allí a ponerlo como ese "monstruo hambriento de sangre de niño palestino", que pinta mucho corresponsal europeo hay una enorme diferencia.
Además, un punto a favor de Lieberman, que recién hoy en la mañana supe. Es un admirador del likudista Dan Meridor, que me parece un gran político, una persona honesta e inteligente, sensato y realista. Para mi (que no soy partidario del Likud), Dan Meridor es de lo mejor que hoy tiene el panorama político israelí.
Y - no lo sabía - Lieberman piensa lo mismo.
¿Qué va quedando en verdad de este "gobierno ultraderechista", "belicista" y "peligroso", que describe la prensa europea? - no mucho. Después de unas pocas palabras, hechos y datos, comienza a desnudarse la falsedad de los "análisis" periodísticos europeos. Análisis que más perecen dictados por el centro de propaganda de Hamas en Gaza, o de Hezbolah en el Líbano.
Ya estamos acostumbrados a las "informaciones" que la media europea entrega sobre Israel, Medio Oriente y la situación. Y me refiero solamente a la prensa europea, porque la latinoamericana se dedica solamente a copiar a aquella, sin mayores aportes originales. Carente de conocimientos históricos, y sin los huevos para elevar una voz diferente, la prensa latinoamericana se somete, callada e impotente, a los dictados provenientes desde Europa y hace copy and paste.
Volviendo al tema del nuevo gobierno israelí. No tengo idea si este tendrá éxito o no, ni cuánto durará. No es mi estilo de gobierno. No me gusta. Pero está muy lejos de ser el "monstruo" que dibuja la prensa.
Un gobierno que se enfrenta a problemas quizás como ningún otro gobierno del mundo. A la amenaza existencial de un Irán con armas nucleares.
Al terrorismo de Hamas en el sur y de Hezbolah en el norte. A la crisis económica mundial.
A la campaña de desprestigio y difamación diaria por parte de la media europea. Y, claro, por qué no, a sus propias limitaciones políticas.
Nada nuevo bajo el cielo. A seguir adelante!
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