06 julio 2011

Mis tres películas japonesas más extrañas

Los japoneses han hecho películas extrañas a toneladas. Les gusta la exageración, con un humor que tiende a lo ridículo e incoherente.
Hay tres que van en primer lugar. Filmes raros, pero recomendados: bien hechos, interesantes y, a ratos, de una belleza visual notable.
Son extraños a propósito, un especie de juego infantil-adolescente, onírico y lleno de humor.

1. House. Un película de 1977 que es culto en Asia y que llegó a Norteamérica sólo hace pocos años, en DVD. Es un filme de horror cómico que cuenta la historia de seis colegialas que van de vacaciones a la casa de la tía de una de ellas.
Lógicamente, la tía y su gato blanco son misteriosos y la casa es aterradora. Las chicas comienzan a desaparecer una a una. A ratos uno se pregunta cuánto LSD consumieron mientras hacían esta película, donde nada es tomado en serio, todo es absurdo y premeditadamente ridículo.
Totalmente original, a ratos visualmente bella, a ratos descabellada, pero con gracia.

2. Big Man Japan. Un filme del 2007 que llegó a Norteamérica montado en algunos festivales tras lo cual apareció en DVD. Supe que la Universal compró los derechos y comienza a rodar una versión propia.
Cine de monstruos y fantasía. Es la historia de un hombre común, borrachín y que reclama constantemente un mejor salario. Su trabajo es defender Japón del ataque de monstruos destructores, ya que posee la capacidad de convertirse en gigante recibiendo enormes descargas de electricidad.
Uno debe sentarse a ver esta película esperando de antemano los sucesos más ridículos e incoherentes. Llena de un humor triste: el gigante no siempre gana contra los monstruos destructores e, incluso su futuro, es fatídicamente oscuro al ir siendo reemplazado por la tecnología.

3. Tokyo!. Es un filme del 2008 constituído por tres cuentos. El primero es sobre una joven pareja que llega a Tokio buscando un mejor futuro. La chica, después de chocar con la indiferencia de la gran ciudad adquiere la capacidad de convertirse en silla.
En el segundo cuento, un extraño - que dice llamarse Merde (mierda, en francés) - surge del alcantarillado y aterroriza a los habitantes. Habla un idioma sólo comprendido por abogados.
Y el tercer cuento es sobre un ermitaño, que evita todo contacto humano encerrado en su departamento. Su estilo de vida es amenazado al enamorarse de la repartidora de pizza, cuando ésta se desmaya en su puerta durante un terremoto.

Tres filmes sumamente raros, pero que vale la pena ver. Absurdos, originales, llenos de energía y creatividad.


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