28 febrero 2014

Arte puro y humanamente impuro

Lo más justo para con una obra de arte, opinan algunos, es criticarla independiente de su autor.
Sin embargo, la personalidad del compositor, del pintor, del escritor, se filtra e influye en cómo nos relacionamos con sus productos artísticos.
Es humano, pero ¿debe ser así? - como casi todo, parece ser relativo. Depende, creo, del peso empírico que tenga la falencia del autor.

El escritor James Ellroy es pesado, agresivo, turbio ¿pueden, aún así, gustarme sus novelas?
Escuchar temas de Oasis y dejar de lado lo insufribles que son los hermanitos Gallagher?
¿Puedo gozar de la poesía de Pablo Neruda a pesar de sus odas a Stalin?
¿Puede gustarme una canción de Silvio Rodríguez a pesar de su apoyo a la dictadura cubana?
¿Puedo leer a Gunther Grass y olvidarme de su racismo antisemita?... los ejemplos son muchos.

En el siguiente documental el actor, escritor y activista británico Stephen Fry analiza su amor por la música de Richard Wagner. Fry, que es judío, admira al compositor alemán desde pequeño a pesar de su reconocido antisemitismo y de haber sido el 'representante de la superioridad aria' para Hitler.
¿Cómo ha sido la lucha interna de Fry entre su gusto por la música y su disgusto por el compositor?
El documental está subtitulado en español:

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