Y la primavera de este año sigue vergonzosa. Se muestra y se va. Un día soleado y de cierto calor y se retira para dar paso a un viento frío del norte y a nubes grises. A veces lluvia, a veces llovizna, a veces, incluso, caen copos de nieve, dispersos, también ellos sorprendidos de sí mismos.
Todos reclaman del invierno que no quiere irse definitivamente, que regresa y regresa porfiadamente, robando un tiempo que no le pertenece.
Las flores más duras han roto la cáscara helada del suelo y han salido a mostrarse al aire frío. Esas pequeñas, violetas, que viven cerca de las rocas. No los tulipanes. Ellos siguen esperando.
Algunos pájaros primaverales han llegado. No todos. Los robin están aquí, los sterling están aquí, pero no los cardenales, ni las palomas, un solitario azulejo, nada más.
Seguimos en ascuas con esta primavera. Hoy, sol y calor, para mañana ya anuncian lluvia y también para pasado mañana.
Esto no puede seguir así.
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