Google, Spiderman y la Libertad de Expresión

Todos estamos de acuerdo en que la libertad de expresión es característica esencial en una democracia. En tiranía no hay libertad de expresión. En democracia una persona puede decir su opinión sin miedo. En tiranía se escucha solamente la voz oficial del régimen, y quienes se atrevan a disentir pagan las consecuencias con prisión, tortura, muchas veces la muerte.

Nosotros, en este mundo occidental democrático tenemos libertad de expresión. Pero, tal como Peter Parker (Spiderman) aprendió que "un poder trae consigo una responsabilidad", así también ocurre con los derechos. Y la libertad de expresión es un derecho. Todo el mundo debe tener la libertad de ejercerla, pero con responsabilidad.

En la semana Google fue obligada por una Corte canadiense a entregar los datos de una bloggera que había insultado y acusado de "ladrona" en internet a la modelo Liskula Cohen. Ahora, la modelo se querella directamente contra la mujer, con nombre y apellido.
Esta mujer abusó de su derecho a la libertad de expresión. Y su caso se venteará en las cortes de Justicia.

Un abogado explica: ella escribió "Cohen es una ladrona", una acusación pública y abierta que puede hacerse siempre y cuando el acusador sea capaz de mostrar pruebas. La bloggera no tendría ningún problema si hubiera escrito "yo creo que Cohen es una ladrona" - ya que en este caso ella no está acusando públicamente a la modelo, sino que solamente está entregando su opinión.

Y estos casos de mal uso de la libertad de expresión se ven también en medios profesionales.
También esta semana, el periódico sueco de izquierda Aftonbladet publicó a doble página un artículo escrito por el reportero Donald Bostrom, acusando al ejército israelí de "matar palestinos para extraer y vender sus órganos".
El artículo ha causado una crisis diplomática sin precedentes entre Suecia e Israel, cuando éste país ha exigido al gobierno sueco a desmentir oficialmente el artículo. Por ahora, el gobierno sueco ha emitido una declaración diciendo que la versión del reportero "no es la opinión oficial sueca".

Mientras tanto, el ejército israelí planea una demanda judicial contra el reportero sueco por difamación. El gobierno israelí posiblemente cancele una visita programada para la próxima semana del canciller sueco. El editor del periódico apela a la "libertad de expresión" para defender a su reportero (olvidándose de las enseñanzas de Peter Parker) y las relaciones generales entre estos dos países se han puesto más frías y ácidas que lo normal.

No hay dudas que el artículo del Aftonbladet está enmarcado dentro del agudo aumento del antisemitismo de los últimos años en Suecia, instigado principalmente por la enorme población árabe y musulmana del país.
Esta retórica antisemita ha sido abrazada sin reparos por la izquierda sueca. Como ejemplo, el artículo en cuestión, con la grave acusación contra los israelíes está basado solamente en rumores, fuentes anónimas y declaraciones de palestinos. El reportero no se dió la molestia mínima de indagar o consultar entre fuentes israelíes o, al menos, independientes.
(como nota al márgen, aclaro que el artículo del diario sueco se refiere a un caso ocurrido (según fuentes anónimas palestinas) en 1992)

Mientras los dos países tratan de superar el impasse actual, nos queda como enseñanza esto sobre la libertad de expresión - es un derecho, justamente por eso, debe ser usada con responsabilidad.

Para quienes estamos acostumbrados a escuchar y leer la contínua propaganda antisemita es sólo un caso más de una larga lista que ya lleva dos mil años. Ya vendrá más, el racismo no descansa.

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