El próximo mes Barack Obama cumplirá un año gobernando, y llega el momento de hacer un primer recuento, cumplido ya un 25% de su mandato.
Año difícil: recibió un país empantanado en una deuda trillonaria, metido en dos guerras, un sistema económico destrozado, la empresa automovilística destruida y con una tasa de desempleo exponencial.
El legado de ocho años de gobierno republicano, con el peor presidente de la Historia americana.
Quizás las medidas que Obama ha tomado empiecen a dar sus frutos el próximo año, yo creo que en la segunda mitad del próximo año. Y Obama no tiene más tiempo que eso: a mediados del 2010 debe haber signos concretos que el país, sobretodo en economía y empleo, va recuperándose.
Para el norteamericano común y corriente esa es la real preocupación hoy y será la del 2010 también. Incluso la reforma del sistema de salud habrá dejado de ser prioridad. Por eso, creo, Obama quiere solucionar eso ya, ahora.
A nivel internacional, me imagino que en el 2010 Obama se centrará en:
1. qué hacer respecto de Irán, el que ha respondido con varias bofetadas el discurso conciliatorio del nuevo presidente y
2. cómo engranar a los EEUU en la nueva economía mundial - esa que tratará de liberarse de la dependencia petrolera.
Otros temas como el proceso de paz árabe-israelí y la permeabilidad de frontera con México pasarán a segundo lugar, en tanto que otros como la apertura de EEUU hacia el Pacífico y la nueva política con América Latina se ubicarán más abajo en la lista de prioridades.
La oposición dice que tras un año Obama no ha logrado nada: no a nivel nacional, menos a nivel internacional.
Los detractores de hoy olvidan mencionar que Obama tiene tanto trabajo por hacer justamente por el desastre que ellos dejaron de herencia. Pero así es la política: una guerra que no toma prisioneros.
Obama tuvo este año de gracia, el 2009. Todos sabemos y también él sabe que no tendrá uno más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario