Después de 52 años la derecha ha ganado unas elecciones presidenciales en Chile. La última vez fue un 4 de septiembre de 1958 cuando Jorge Alessandri (independiente), obtuvo la primera mayoría entre cinco candidatos, con un 31.6% de los votos - sin obtener la mayoría absoluta - siendo después confirmado por el Congreso nacional como presidente.
Esa vez, el segundo lugar fue ocupado por Salvador Allende (28.9%) - que sería presidente en 1970, y el tercer lugar fue ocupado por Eduardo Frei Montalba (20.7%) - el que también sería presidente en el futuro, 1964.
(Las elecciones anteriores, las del 1952, fueron las primeras en que votaron la mujeres en Chile. La ley pertinente había sido aprobada en 1949. En estas triunfó el general Carlos Ibáñez del Campo, un hombre de centro-izquierda.)
El actual triunfo de la centro-derecha, con Sebastián Piñera obteniendo un 51.4% de la votación marcó el fin de 20 años de gobiernos de la Concertación, agrupación de partidos de centro-izquierda que gobernó el país desde 1990, año en que finalizó la dictadura del general Augusto Pinochet.
Sebastián Piñera, un acadaudalado empresario, es miembro del partido de derecha Renovación Nacional (RN). Estudió Economía en la universidad Católica de Chile donde se destacó como alumno, recibiendo varios premios por su excelencia. Hizo estudios de pos-grado en la universidad de Harvard, donde también enseñó en los años '70s.
La carrera de Piñera no ha estado alejada de escándalos, entre los cuáles está la orden de arresto contra él en 1982 por violación de la Ley de Bancos y años después, el llamado Piñeragate en 1992, cuando una grabación ilegal lo mostró conspirando contra su rival de partido durante las elecciones para elegir candidato de RN a la presidencia.
Es miembro del movimiento cristiano Opus Dei, y define su ideología política como de "humanismo cristiano".
Un hombre con más de mil millones de dólares, Piñera es dueño de la cadena de TV Chilevisión, co-dueño de LAN y del equipo de fútbol Colo-Colo, el más popular del país, entre otras varias empresas.
El futuro gobierno de Piñera será una unión entre RN, su partido, y la UDI, Unión Democrática Independiente.
El RN es un partido conservador (centro-derecha), fundado en 1987, nacido del ya no existente Partido Nacional de la era pre-Pinochet.
La Unión Democrática Independiente es un partido conservador (derecha). Fue fundado en plena dictadura (1983) y fue el grupo que estructuró el régimen de Pinochet desde el punto de vista político. La UDI es hija del Movimiento Gremial de la era pre-Pinochet.
Sebastián Piñera gobernará por cuatro años, desde el 11 de marzo de 2010.
Relacionados:
Elecciones Chile 2009 - los candidatos
El fenotipo político de Chile
3 comentarios:
Hola Frank, si ganó Piñera, la verdad yo iba a votar nulo y tomé una desición de último minuto, creo que esto es solo el desenlace de una concertación desgastada con el devenir de 20 años en el poder, la alternancia es parte de la democracia, espero y deseo con todo el corazón que mi país sea un mejor lugar para vivir en paz y feliz, es el nuevo comienzo de una nueva etapa por estos lados, un abrazo
Tuvieron que pasar 52 eternos años para que nuestra derecha volviese a alzar sus brazos en señal de triunfo. Desde aquel mítico año 1958, cuando Jorge Alessandri Rodríguez conquistara el apoyo radical en el congreso para su ratificación, tras su 31,2% de los votos en la elección.
Tuvieron que pasar liberales queriendo cambiar la visión de futuro; humanistas que hoy, casi extintos, sólo constituyen el recuerdo de alguna fauna que existió: comunistas deschavetados que querían, de Chile, una utopía que sólo existía en sus mentes; una dictadura sangrienta y cruel que arrastró muchos derechos civiles, pero que nos salvó de la hecatombe archi anunciada provocada por el marxismo; y una concertación que, a pesar de todas las crisis vividas, supo llevar al país con cautela y mesura a la transición que es hoy en día.
52 eternos años para que el sistema democrático encontrara en su facultad de libertad, la posibilidad de la alternancia. Y más que eso. Ver a la derecha como una potencia real y tangible para beneficio de todo el pueblo.
Tuvo que pasar Büchi y Alessandri Besa, como conejillos de indias arrojados al fuego del balotaje para que supiesen, en carne viva, lo que era sentirse masacrados en los escrutinios. Posteriormente comenzó a surgir esta nueva voz opositora apoyada por el raudo crecimiento de la UDI y sus caras visibles. Apareció Joaquín Lavín para renovar el carácter social y darle un nuevo respiro a esta derecha popular. Pero no sería hasta la reaparición de Sebastián Piñera, que la oposición cobraría su mayor poder, aprovechando los conflictos de intereses en las que estaba inmersa la Concertación.
Y este triunfo tan ansiado, no es casualidad ni obra del azar. Es el premio al esfuerzo y a la constancia de un grupo de personas que se dedicaron, fielmente, a formar una oposición constructiva en valores, ideales y objetivos. Una derecha constructiva que jamás temió doblarle la mano al destino ni ejercer su derecho cuando los hechos se veían algo empañados.
Es esa misma oposición constructiva que esperamos que la Concertación se convierta a partir de este 11 de Marzo. Dejar atrás las usuales técnicas y prácticas del terror y, humildemente, comenzar a construir la unidad del país desde la vereda de enfrente.
52 eternos años debieron transcurrir para que, recién, la clase media de este país supiese, verdaderamente, lo que es comenzar a sonreír.
gracias por los comentarios, mis amigos.
ayer seguí los resultados por internet, con un café y desde bastante lejos.
todo el asunto me dejó un buen gusto - no por los resultados mismos, sino por el proceso: gente votando libre, sin miedos de ningún tipo, unos celebrando y otros reconociendo la derrota y felicitando al ganador.
el pasado va quedando definitivamente en el pasado y los extremos (que causaron tanto daño), tanto de izquierda como de derecha, parecen ser totalmente irrelevantes en el actual arco político del país - lo que me parece muy bien.
un abrazo y una buena semana!
Publicar un comentario