07 diciembre 2010

¡Gracias casi por nada, Julian Assange!

Julian Assange fue arrestado hoy en Londres, le fue negada la fianza y la próxima semana comenzará la revisión judicial hacia la extradición solicitada por la Justicia sueca.
Posiblemente sea el comienzo del fin para Assange, el misterioso australiano, hacker, "activista" (según lo definen algunos), sin domicilio fijo conocido, que desde 2006 hace titulares en la media mundial.

Desde 2006 a la fecha, Assange ha publicado un millón doscientos mil documentos confidenciales, privados o secretos de diversa fuente. Los que - unos más, otros menos - han causado impacto mundial.
Impacto justificado en algunos casos, en otros no. La media mundial, sedienta de escándalos de cualquier tipo que aumenten ventas, vió en el sitio Wikileaks de Assange una prometedora fuente de titulares atrayentes. La izquierda mundial lo vió como un aliado de su anti-americanismo obsesivo. El anarquismo mundial lo aplaudió como aplaude cualquier fenómeno con olor irracional. El terrorismo mundial lo vió como una excelente fuente de informaciones.

En resumidas cuentas, más allá del impacto inicial - ¿Qué realmente va a quedar de los Wikileaks de Assange? ¿Qué sabemos después de los Wikileaks, que no supiéramos antes?
Los Wikileaks ¿pusieron de manifiesto algo nuevo? o solamente corroboraron certezas ya conocidas?
Y quizás lo más importante, los Wikileaks ¿le hicieron un favor al movimiento por la transparencia gubernamental? o crearán - por reacción - gobiernos aún más cerrados y secretos?

Porque los Wikileaks mostraron a la gente que:
1. Una guerra es una guerra. La guerra es un fenómeno horrible, histérico, anárquico, donde grupos de gente se matan unos a otros. Donde ocurren cosas terribles y horribles.
Eso lo sabíamos todos, y eso fue lo que mostraron los "war diaries" de Afganistán e Irak .

2. La diplomacia tiene varias caras. Y que políticos y diplomáticos, piensan y dicen cosas en privado que, muchas veces, son bien diferentes de las declaraciones oficiales, públicas. Algo que todos sabíamos desde antes, pero que Wikileaks ejemplificó con los cables de la diplomacia americana.

3. Irán y Arabia Saudita son el nido ideológico y financiero del terrorismo islámico. Esto, que todos ya sabíamos también de antemano, fue corroborado publicamente por los wikileaks.

Aparte de esto, los Wikileaks confirmaron dos elementos muy importantes que no deben dejarse de lado:

4. Los EEUU son pésimos guardando secretos de cualquier índole. Porque, claro, aquí podemos leer los cables diplomáticos americanos, y conversaciones telefónicas del Pentágono, y de militares americanos en guerra, pero no podemos leer los cables, ni las conversaciones de nadie más: no de los rusos, ni de los chinos, no de los iraníes... ni siquiera del talibán, ni Hamas o Chávez... los americanos deberían aprender de ellos a cómo guardar secretos.

5. En Occidente la internet es realmente libre. Ni siquiera los EEUU, el imperio, ha podido detener las publicaciones de Wikileaks, por más que ha tratado. Lo que nos enseña, también, que lloriquear aquí en Occidente por una "internet imparcial" o "no controlada" es orinar fuera del tiesto. Esas lágrimas y preocupaciones deben enfocarse hacia la internet en China, Cuba, Irán o Corea del Norte.

Lamentablemente, creo que la orgía que se dió Julian Assange causará el efecto exactamente contrario al que buscaba - en teoría, que era ir "abriendo" los gobiernos y su información al público. Desde ahora, gobiernos e instituciones a todo nivel, serán mucho más cuidadosas con sus comunicaciones y secretos, derrocharán millones del dinero público en nuevos sistemas de seguridad y, en dos o tres años, la gente como yo, y como ud. tendremos menos y más difícil acceso a información extra-oficial.

¡Gracias, Julian!


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen articulo, estoy casi 100% de acuerdo contigo :)

Juan dijo...

Y al final salió libre Julian Assange.

Pero creo que si lo meten preso de nuevo, igual wikileaks va a seguir en la web, ya que él solo es la cara visible.
Detrás se encuentran miles de colaboradores.