A fin de
cuentas, todo en la vida (en el mundo) es asunto de abuso o justicia. El abuso
es lo que convierte un sistema económico o político en malo. Y mientras más
abuso, peor.
Hay
diferencias esenciales entre capitalismo y socialismo, con todos sus grises en
medio, pero el que una sociedad sea humana y provea progreso a sus habitantes
no se mide en ideología política. Se mide en el grado de abuso que esa sociedad
permite o castiga y en la cantidad de justicia social que en ella existe.
Cualquier
sistema, capitalista o socialista, será viable mientras no permita abusos y sea
lo más justo posible.
El capitalismo ha logrado inmensos logros en la historia humana. Cuando funciona
bien, ha sido el principal vehículo democratizador de bienestar a todo nivel. Las
clases trabajadoras y la clase media progresaron de manera increíble el siglo
pasado y esto ocurrió en períodos en que el capitalismo funcionó.
A través de
oferta y demanda, gran parte de los habitantes del mundo occidental accedió a electricidad, agua potable, vivienda, radios, televisión, refrigerador, vehículo propio, alimento diario,
incluso, diversión.
Estos
avances fueron catapultados también por varios mecanismos socialistas que ayudaron a
mantener equilibrios sociales: bibliotecas y educación pública, servicios
médicos nacionales, parques, playas y piscinas públicas, deporte comunitario, sindicatos y buenas leyes laborales, permitían que una sección de la población no
se quedara atrás y fuera capaz de compartir el progreso general.
Lamentablemente,
ese equilibrio entre capitalismo y socialismo que existía en Occidente se ha
derrumbado en los últimos años. EEUU, que era el ejemplo palpitante de ese
sistema, ha girado de manera extrema hacia el capitalismo en los últimos veinte
años.
Como un
inmenso Titanic, más y más extremismo capitalista ha llevado a los EEUU, y con
él a Occidente, a un hundimiento económico-social sin precedentes.
Porque con el extremismo económico llegó el abuso. Y con él la injusticia. Y el desastre
social:
En 1970 en
los EEUU el promedio de ingresos del 90% inferior era 31.000 dólares anuales
mientras que el 1% superior ganaba 320.000 dol. año – una diferencia de 1 a 10.
Esto se mantuvo hasta 1980.
En 1990,
tras las presidencias de Reagan y Bush padre, el 90% inferior seguía ganando lo
mismo, pero el 1% superior pasó a ganar unos 600.000 dol.año – la diferencia
creció de 1 a 20.
El 2000, tras
la era Clinton el 90% seguía en lo mismo, mientras el 1% ya recibía unos
900.000 dol.año – en el 2008, a fines de la era Bush hijo, el 1% ganaba 1 millón
dol.año mientras el 90% seguía igual.
A mediados
de la administración Obama, el 90% inferior vió disminuidos sus ingresos anuales!
En la
actualidad, el CEO de Wal Mart gana 35 millones de dol. al año. Lo que equivale
a unos 19.000 dólares por hora.
Un
trabajador de Wal Mart gana 8.75 dólares la hora y el trabajador que produce lo
que Wal Mart vende, en China, gana 60 centavos de dólar por hora. Una
diferencia de 1 a 32 mil!
Eso no es capitalismo, eso es abuso. Y es ese abuso el que ha resultado en la debacle
económica y social de Occidente en los últimos años.
No hay que
destruir el capitalismo o el socialismo, tampoco hay que elevarlos a poder
absoluto e incontrolado. Lo que hay que hacer, es regresar al sano equilibrio
entre ambos.
1 comentario:
interesante noticias sobre economia, esperemos que este proyecto Deba Business Forum de resultados y ayuda a la Eurozona a reactivarse, me fue de mucha utilidad ya que inicio mis estudios en esta area, tambien comparto con ustedes la noticia sobre el ultimo ranking 2012 y el Banco Santander http://noticiasbancarias.com/bancos/16/03/2012/banco-santander-y-sus-directivos-premiados-por-institutional-investor/9545.html
saludos.
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