18 septiembre 2012

El inicio de un nuevo ciclo

18 de septiembre. Día de la Independencia en Chile. Celebraciones con cuecas, empanadas y vino tinto. Yo, lejos, no tengo nada de eso - aquí este 18 es un día de trabajo como cualquier otro. Los canadienses no se sienten inclinados a celebrar una semana por la independencia de un país americano lejano en el sur del continente, por mucho que sientan curiosidad y simpatía por él.
Un martes más, esta vez gris y lluvioso en Hamilton, al sur de la provincia de Ontario.
Es que el otoño está a las puertas de manera oficial. En tres días más.

Y hemos tenido otra fiesta – con cena opípara y en compañia de familia y amigos. Este recién pasado domingo, al atardecer, comenzó a celebrarse el Año Nuevo judío. Según la tradición religiosa, entramos al año 5.773... si contamos desde el primer día en que Dios comenzó a fabricar el mundo.
La religión y sus tradiciones, desembocando en una fiesta de tipo familiar, con deseos de paz y bienestar para todos en este año que se inicia. Rosh HaShaná se llama esta fiesta en hebreo, su traducción textual sería, la Cabeza del Año o el Primero del Año.

Rosh HaShaná inicia para los judíos un período llamado HaYamím Hanoraím , los Días Terribles – diez días en los cuáles (nuevamente según tradición religiosa) las personas tienen tiempo para revisar su pasado año, pedir perdón por los errores y maldades hechas y prometer repararlas. Etapa que finaliza con la celebración de Yom Kipur – Día de la Expiación, o traducido a veces como Día del Perdón.

Y es un año singularmente especial éste. Año de cambios y comenzares. Nos vamos de esta casa en la que vivimos los últimos doce años. A iniciar una nueva etapa de nuestras vidas. Mi hija mayor se va por un año o año y medio lejos al norte, a una buena oportunidad laboral y mi hija menor también cambia de apartamento en estos mismos días con nuevos proyectos en vistas.
Yo, personalmente, doy gracias por haber pasado bastante bien una dura enfermedad y por estar en camino de recuperación y, especialmente, por tener a mi alrededor una familia inigualable y amigos reales y  verdaderos. 
Así, comencemos este 5.773 con fuerza y confianza, tratemos de hacer de él un buen año!

10 septiembre 2012

Hubo una vez una tormenta

Cosas de las que uno se acuerda y no sabe por qué.
Pequeños momentos olvidados para otros. Momentos que parecen no tener importancia empírica. Generalmente son escenas borrosas de una infancia bien lejana, cuando los adultos eran altos y hablaban en marciano. Una calle, una casa, un balcón con un gato, una noche de tormenta... escenarios que - por alguna razón misteriosa – quedan grabados en nuestras redes neuronales, impregnados incluso de una sensación onírica.

Íbamos de vacaciones a Los Andes y nos quedábamos en una casa angosta y larga, llena de piezas, con un patio medio salvaje y que tenía, al fondo, una cocina enorme siempre llena de mujeres.
Por supuesto, yo andaba con mi bloc de dibujo y lápices de colores, así es que cuando comenzó a llover esa tarde, me senté bajo techo en el largo pasillo abierto al patio y me entretuve dibujando mientras tomábamos té con pan amasado, con mantequilla hecha en casa y queso de cabra.

No puedo imaginar mi edad. Quizás seis, siete años, algo así. Lo que sí recuerdo muy claro es ese dibujo final, cuando ya había anochecido y sobre Los Andes se desataba un diluvio acompañado de truenos y rayos. Hice un cielo negro del que emergían rayos amarillos en forma de zetas, abajo chiquitas, unas casas que parecían no soportar el viento. De suelo dibujé un río barroso, oscuro. Todos se mostraron impresionados con mi obra de arte y yo me sentí contento aunque en la realidad el dibujo me daba un poco de miedo.

¿Por qué esa tarde quedó impregnada en mi memoria? Aparte de mis papás, ni siquiera sé quiénes eran los otros adultos en esa casa, menos qué año fué y menos aún qué lluvia.

09 septiembre 2012

Una milimétrica diferencia

Aún verano, días de sol, cielos azules, nubes como de algodón arrastradas por una brisa cada día un poco más fría.
Aún verano, pero ya se obserban las primeras hojas secas a la orilla del camino, amontonadas por el viento.
Aún verano, pero las estaciones de televisión ya anuncian los shows de otoño, muy próximos, a la vuelta de la esquina.

Es la cola del verano. Los últimos días. Aprovechar el patio hasta el final, un asadito, unas onces bajo el pino, poner agua fresca en la pileta para los pájaros - y éstos aún están aquí - a bañarse en la pileta llegan cardenales y azulejos, palomas y currucas. Ya se irán, emigrando al sur, con la llegada de los días más fríos. Pero todavía están aquí.

Los chicos regresaron al colegio, la gente volvió de vacaciones, el mundo del trabajo aceita sus ruedas de nuevo. Una nueva etapa comienza, una que a pesar de parecer tan conocida será ligeramente diferente a la anterior. Habrá pequeños cambios que se irán acumulando lentamente sobre nuestras vidas... y de pronto, sin darnos cuenta, seremos los mismos, pero seremos distintos. El tiempo, el año, el otoño que se acerca - tan conocido – entablará con nosotros una conversación diferente.

04 septiembre 2012

Primer día, otra vida empieza

Llueve en  Hamilton. También en Toronto. Lluvia mañanera en todo el sur de la provincia de Ontario, Canadá. Para la tarde anuncian rayos y truenos.
Así les tocó el primer día de clases de este año escolar a niños, adolescentes y estudiantes en general. Como confirmando el término del verano y de las vacaciones.

Septiembre es el mes de regreso a clases en el hemisferio norte. Es como el marzo de Chile (y de todo el hemisferio Sur). Septiembre es principios de otoño aquí, Marzo lo es allá. Recuerdo que también en Chile  Marzo era un mes bastante inestable, con unos días de intenso calor y otros nublados y lluviosos.
Uno tenía que vestirse con el uniforme oficial, chaqueta azul, pantalones grises, zapatos negros. Era obligatoria también, una corbata azul o que podía variar si se pertenecía a algún colegio particular o comunitario. Después cambiaron esa ley, en la época caliente del año se podía ir al colegio sin corbata. Pero la calurosa chaqueta se mantenía, aunque los alumnos fueran a algún colegio en medio del desierto de Atacama. Así es Chile.

El día de regreso a clases es un día especial para todos: para los que al colegio por primera vez, los que entran a Cuarto Medio, su último año antes de salir al mundo definitivamente. Los que van a la universidad, o a algún instituto, a comenzar vidas de adultos, llenos de sueños y esperanzas.
Aquí, es día de ojos llorosos para mamás y papás, que van a dejar a hijas e hijos a alguna lejana universidad o college. En Canadá, en EEUU, en Europa, un gran porcentaje de ellos ya no regresará a casa... conocerán a alguien, se irán a vivir solos, o con ‘room-mates’. Es un día de adiós, con abrazos y lágrimas. Es un día de cambio para la familia entera, la que ya nunca más volverá a ser lo que fué.

Primer día de clases. Lluvioso y nublado en el sur de Ontario. Mañana, dicen, volverá el sol y el calor.