28 noviembre 2009

Sobre el idealismo y los idealistas

Los ideales. Ese concepto tan vago y etéreo. El idealista, según lo diccionarios, es quien vive y se rige por los ideales, aún en perjuicio de consideraciones prácticas.

Allende una vez llamó "jóvenes idealistas" a los militantes del MIR. Es muy posible que la misma etiqueta haya servido para los adolescentes germanos que se unían al partido Nazi. O para esos jóvenes chinos que llevaron a cabo la Revolución Cultural de Mao, fusilando a sus profesores.

Los idealistas. Los hay de todo tipo, color y olor.
Están esos que por sus ideales se alinean contra su familia, contra su país, finalmente contra su propia cultura. Esos son idealistas de visión larga: siempre lo que está allá lejos (y que no conocen bien) les parece mucho mejor que lo que los rodea.
Y al contrario, he conocido también esos idealistas chovinistas. Esos que podrían sin problema alguno, morir, matar, torturar, a cualquiera que le diga que a veces su familia se equivoca, que a veces también se equivoca su país, o que su cultura tiene algunas costumbres un poco retardadas.

Una característica que comparten todos los idealistas, de aquí, de allá, de arriba o de abajo, es esa tendencia imberbe a dejarse manejar. Basta que alguien exprese algunas ideas hermosas (irrealizables, pero lindas) para que el idealista 'agarre papa' y se disponga a dar la vida por ellas.

Otra característica compartida por todos los idealistas es su total falta de solidez intelectual. Me explico:
El mismo idealista que hace pocos años cantaba (con lágrimas en los ojos) La Muralla, del poeta cubano Nicolás Guillén, donde añoraba levantar una alta pared que lo separara del mundo - ese mismo idealista, es el que ahora protesta y despotrica contra las murallas del mundo.
Y ese que ayer no más cantaba La Internacional y exigía que se acabaran las fronteras, es el mismo (¡exactamente el mismo!) que ahora último sale a protestar a las calles contra la Globalización.
¿En qué quedamos?

Las contradicciones no son algo que le preocupe mucho. Levantar una muralla ayer es así como lindo y echarla abajo, mañana, también. Eso, que las cosas parezcan lindas (no que lo sean) es lo esencial para el idealista..

¿Estoy en contra de las ideas y los idealismos? - en absoluto. Todo quehacer humano debería tener una idea base y un modelo práctico sobre cómo transformarla en realidad (que es lo que cuenta).
Pero más importante que eso es que toda idea pase a ser valedera, y que todo idealista se comprometa a considerarla sólo cuando ésta no consista en joder a otros humanos para su realización.

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2 comentarios:

Losé Luis dijo...

Prefiero los idealistas a los pragmáticos,esos sólo velan por sus intereses.

franhilz dijo...

según tengo entendido, Losé Luis, 'pragmatismo' no es sinónimo de 'egoismo'.

gracias por el comentario.